En nuestro ciclo de entrevistas, la cantante riojana Flor Casas compartió su historia de vida y su recorrido artístico, con una sinceridad y calidez que reflejan el mismo carisma que despliega sobre los escenarios. Entre anécdotas, recuerdos y sueños cumplidos, Flor se abrió paso para contar cómo su camino en la música comenzó con una serie de televisión, se interrumpió por la maternidad y resurgió con fuerza en plena pandemia.
«Mi primer interés por la música fue con Patito Feo. Intentaba cantar las canciones sin saber nada de técnica, pero me decían que afinaba, y eso fue un motor», recordó. Desde entonces, la música quedó sembrada como semilla. En la secundaria, una prueba de canto terminó siendo una revelación: «Me saqué un 10 y el profesor me dijo: ‘Tenés linda voz, ojalá algún día te dediques a esto’».
Como muchos artistas, Flor transitó etapas en las que la música quedó en pausa. “A los 20 quedé embarazada y a los 21 tuve a mi hija. En 2018 paré, y recién en 2021 volví a cantar. Desde ahí no paré”, relató. La pandemia, lejos de apagar su fuego, avivó la llama: “Era como que algo interior me decía: ‘cantá, seguí por ahí’. Y así fue”.
Su regreso vino de la mano de las redes sociales, donde encontró una herramienta poderosa para mostrarse y conectar. “Soy muy activa en redes. Subía videos, la gente me comentaba, y así me contactó Miriam Noé, quien me llevó a cantar a su programa y me fue guiando. Aprendí muchísimo con ella: cómo moverme, cómo hablarle al público… no era fácil, yo era muy tímida”.
Flor reconoce que aún hoy sigue aprendiendo. “Meter la pata me dio vergüenza muchas veces, pero son cosas que se aprenden con la práctica. Hace 4 o 5 años que mantengo este camino y gracias a Dios he cumplido muchos sueños”.
Sobre su elección artística, explicó: “Comencé con folklore y cumbia. Pero el cuarteto me abrió las puertas. En La Rioja se mueve mucho, es rentable y hay eventos todo el año. Además, nací escuchando cuarteto, mis tíos, mis padres, las fiestas de la infancia… está en mí”.
A futuro, su sueño más grande aún tiene nombre propio: Eugenia Quevedo. “Todos me preguntan cuándo con la Euge. Yo lo dejo en manos de Dios, no me apuro. Si tiene que pasar, va a pasar”.