Pedro Romanazzi, actor de la Comedia de la Provincia, repasó su recorrido artístico y reflexionó sobre el rol social que cumple el elenco oficial. En diálogo con Culturas en Libertad, contó que su vínculo con el teatro nació casi por casualidad, primero en actos escolares y luego en el grupo La Grulla, dirigido por Carla Navarro, un espacio que definió como “un gran semillero” para jóvenes.
Explicó que aquella primera experiencia lo motivó a continuar en otros proyectos independientes, como Maconditos, y más tarde llegó a la Comedia, donde actúa desde 2004. “Fue un camino de descubrimiento. Empecé jugando, improvisando, sin saber que esa vocación ya estaba ahí”, recordó.
Romanazzi destacó la importancia del juego y la improvisación como herramientas de trabajo cotidiano, pero reconoció que se siente más cómodo en obras estructuradas. Contó que nutre su creatividad con situaciones cotidianas, juegos de rol y hasta dibujos animados: “Los tiempos, las expresiones y las reacciones son un material riquísimo que uso mucho”.
También subrayó el rol del director César Torres en su crecimiento profesional y remarcó la misión social de la Comedia. “No se trata solo de subir a un escenario. Nuestra tarea es llevar el teatro a quienes no tienen acceso: escuelas, barrios, interior. A veces es la primera obra que ven en su vida, y esas reacciones son impagables”.
Sobre las distintas respuestas del público, señaló que cada función presenta un desafío. “La comedia espera cierta risa, pero cada público es distinto. Uno aprende a sostener la energía aunque no haya reacción inmediata”. Confesó además que a veces los actores se tientan en escena: “Si la obra lo permite, incorporamos el momento al personaje; si no, hay que sostener la concentración”.
Romanazzi profundizó en la relación entre público y obra: “El teatro se completa con el espectador. Cada persona interpreta desde su propia experiencia”. Recordó funciones especiales de la obra Metamorfosis, realizadas en el marco del mes de la salud mental, donde profesionales participaron de charlas posteriores para analizar las resonancias del espectáculo.
Consultado sobre su trabajo actual, detalló que Noche Rúcula propone situaciones cotidianas desde el humor y una dinámica que va acelerando hasta el final. Contó que su personaje es parte de una familia que se reúne para celebrar Año Nuevo, con conflictos y tensiones reconocibles. “Cada espectador identifica a alguien de su propia familia”, señaló.
Romanazzi adelantó que la Comedia seguirá con funciones durante diciembre en distintos barrios y localidades, y que el elenco suele retomar la actividad a fines de enero o principios de febrero, según la demanda cultural. “El trabajo del actor es constante. Siempre hay actividades, intervenciones, propuestas”.
Respecto a su futuro, afirmó que busca continuar en la Comedia, cuya renovación se realiza por concurso. “Cada dos años el elenco se actualiza y eso trae nuevas dinámicas y aprendizajes. Con el tiempo también cambian los personajes que uno puede interpretar, y eso amplía el abanico”.
Tras dos décadas en escena, Romanazzi asegura que cada obra renueva su entusiasmo: “Sigo aprendiendo. El teatro te exige crecer siempre”.
