El dúo riojano, integrado por Gonzalo Guzmán y Juan Oliva, visitó nuestro ciclo de entrevistas donde no solo repasaron la historia del proyecto, sino que compartieron una batería de definiciones que permiten entender por qué su regreso genera expectativa en la escena local.
La Cortada nació alrededor de 2010, luego de que un quinteto vocal inicial no lograra consolidarse. El preparador vocal del grupo detectó la afinidad entre las voces de Oliva y Guzmán y les propuso armar un dúo. “Las voces encajaban, se escuchaban bien juntas”, recordó Guzmán. Oliva agregó: “Nosotros ya éramos amigos. La vida te junta. Fue natural”. Ese ensamble espontáneo terminó delineando el ADN artístico del dúo: folklore vocal, raíz tradicional y una sensibilidad marcada.
Al hablar del proyecto musical, fueron categóricos: “Siempre dentro del folklore, esa fue la premisa”, sostuvo Oliva. “Somos cantores con un repertorio más romántico que otra cosa”, completó Guzmán. La Cortada se apalanca en la versatilidad del género, pero con un perfil íntimo. “Hay algo más lindo y más dolido en esos temas. Cantamos desde donde nos duele y desde donde vivimos”, subrayó Oliva.

La pausa de varios años también fue parte del análisis. “Cada uno tuvo su historia, sus tiempos. Por eso el grupo se detuvo”, explicó Oliva. El retorno llegó empujado por una camada de artistas jóvenes que volvió a escucharlos y los invitó a compartir escenarios. “Nos llamó la atención que chicos de ahora canten nuestros temas. Eso te mueve. Dijimos: volvamos”, contó Guzmán. Para Oliva, la clave está en el crecimiento personal: “Lo distinto en esta etapa es la maduración. Hoy elegimos desde otro lugar”.
El dúo también profundizó en un tema que atraviesa a toda la escena: la economía de los espacios independientes. Guzmán fue directo: “Con una entrada accesible no podés cubrir todo lo que implica una producción. Los artistas lo sostenemos porque amamos esto”. Oliva agregó: “La variedad que tiene La Rioja no la ves en otro lado. Hay calidad real. Pero económicamente no cierra, se sostiene con colaboración, con mano amiga”.
Sobre la situación del repertorio y la ausencia de material grabado, se mostraron autocríticos. “Anduvimos mucho de acá para allá y nunca nos sentamos a grabar un disco”, dijo Guzmán. Oliva confesó que incluso llegó a quemar borradores de canciones en una etapa personal complicada. “Hoy Gonzalo está escribiendo mucho. Esa energía hay que aprovecharla. 2026 tiene que ser el año del álbum”, reforzó.
El dúo confirmó que ya tienen algunos registros audiovisuales disponibles. “Grabamos un video en vivo en 38 Records, con producción de Sofi Galeano. Es una linda carta de presentación”, destacaron.
Para seguirlos, cada uno utiliza sus redes personales: Gonzalo Emilio Guzmán y Negro Juan.





