Espacio Tajamar, el lugar cultural autogestivo creado por la actriz y gestora Nebbis Busleiman, cierra el año con un producto teatral: «Donde mueren los favores», protagonizada por Luciana Luna y Fernando Molina, bajo la dirección de Busleiman. Tras agotar funciones el 21 de noviembre, el proyecto avanza hacia su segunda fecha el 29, validando que la obra encontró su público.
Ver esta publicación en Instagram
Busleiman, formada en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático y con trayectoria en pedagogía y producción, explica que Tajamar nació “de una necesidad real de abrir un espacio donde se pudiera crear sin pedir permiso”. Agrega que transformar su casa en sala cultural fue una estrategia consciente: “Sabía que si esperaba las condiciones ideales no iba a hacer nada. Aposté por arrancar con lo que tenía y construir comunidad desde ahí”.
El espacio funciona desde una lógica empresarial de bajo costo y alto impacto: programación flexible, estructura mínima y experiencias que combinan arte y cercanía. “El público valora lo íntimo, lo genuino, lo artesanal», afirma Busleiman.
El principal cuello de botella es financiero. Con entradas accesibles, la sostenibilidad es un desafío técnico permanente. “No podés trasladar al público el costo real de producir. Entonces aparece la creatividad: combos, consumiciones, alianzas, y mucho trabajo invisible. Pero vale la pena porque si dejamos de mover la escena independiente, la ciudad se apaga”, sostiene.
Donde mueren los favores se transformó en el producto estrella del cierre de temporada. La obra combina humor negro, tensión política y una narrativa que expone mecanismos de poder y dinámicas vinculares. Busleiman remarca que la pieza se trabajó “con una mirada sin indulgencias”, y que la interacción con el público tiene una función dramatúrgica precisa: “No es para incomodar; es para que la historia respire fuera del escenario”.
La creadora destaca además el nivel del ecosistema cultural local: “La Rioja tiene una diversidad artística que no se ve en otros lugares. Hay riesgo, hay búsqueda y hay oficio. Yo viajo, veo otras escenas, y lo digo con claridad: acá hay calidad real”.
Tajamar cierra el año también con la última edición de El Nutriente Literario, el club de lectura coordinado por Luciana Luna. Con alta adhesión, el ciclo se convirtió en un activo estratégico: “Un club de lectura te permite construir comunidad sostenida, y eso es oro para cualquier espacio cultural”, afirma Busleiman.
Ver esta publicación en Instagram
De cara a 2026, el espacio ya trabaja en agenda: apertura formal en marzo, con posibilidad de lanzar un ciclo teatral en febrero para capitalizar la temporada de Chaya. “La clave es no frenar. Si frenamos, cuesta el doble volver a arrancar”, resume.
Las reservas para la función del 29 de noviembre pueden gestionarse vía Instagram en tajamar.espacio o por WhatsApp al 1161338321.
Espacio Tajamar consolida su posicionamiento como marca cultural: un entorno autogestivo donde la independencia se vuelve metodología, la comunidad se vuelve capital y el arte, aun en condiciones adversas, sigue generando valor tangible.
