La cantante riojana Andrea Aventuroso protagoniza un regreso profundamente emotivo. Tras más de un año alejada de los escenarios por una depresión que la obligó a frenar su actividad artística, la intérprete decidió reencontrarse con su voz, sus afectos y su público. El concierto será este lunes feriado 8 de diciembre, a las 21, en Rayuela Libros y Café, un espacio que la artista describe como “hermoso, cuidado y profundamente conectado con el hecho artístico”. Las entradas se adquieren comunicándose al 3804528170.
Aventuroso contó que su alejamiento fue “una cuestión obligada”, un tiempo de silencio en el que la música siguió estando, pero solo como refugio. “No sentía ganas de cantar ni de dar clases. Estuve guardada, pero la música siempre me calmaba”, expresó. El proceso terapéutico fue clave: esta misma semana recibió el alta de su psicólogo. “Hoy me siento bien, en paz, regenerada. Hay que celebrar eso”, afirmó.
La celebración tendrá forma de concierto íntimo, comunitario y afectivo. No será solo una presentación musical, sino un reencuentro. Aventuroso estará acompañada por sus tres hijos, por el padre de ellos –con quien volverá a tocar después de muchos años– y por un grupo de músicos y músicas con quienes comparte caminos desde hace décadas: Fernando Álamo, Hulda Estrabou, Victoria Matta, Juli Gigena y Nahuel Minué, entre otros. “Va a ser una fiesta. Me van a acompañar amigos muy queridos. Para mí, más que un concierto, es una celebración.”
El regreso también llega después de un año dedicado a la producción artística, un rol que asumió tras alejarse de los escenarios. Aventuroso trabajó junto a Emi Tapia y acompañó proyectos como Palo Santo, además de brindar apoyo en prensa, asistencia y organización. “Me di cuenta de que lo sabía hacer, que me gustaba y que trabajar en equipo me hacía bien. No me sentía lista para volver a cantar, pero sí para producir.”
La cantante reflexionó además sobre las dificultades del arte independiente en tiempos de crisis económica. Señaló la necesidad de pensar estratégicamente cada proyecto y comprender que el público hoy debe elegir cuidadosamente a qué propuesta asistir. Aun así, destacó la importancia de generar espacios de encuentro, especialmente en vivo: “Las personas necesitamos reunirnos, necesitamos estar sin pantallas”.
La elección de Rayuela no es casual. Aventuroso tiene una historia larga con ese espacio: allí cantó como solista por primera vez hace dos décadas, cuando todavía era El Pasillo. Para ella, Rayuela es “un lugar donde la gente entiende el hecho artístico”, y donde se respira comunidad cultural.
El repertorio del lunes será completamente nuevo, y la artista interpretará por primera vez en público varias canciones que llevaba tiempo queriendo cantar. “El nivel de exigencia siempre me frenaba. Ya no. Tengo 41 años, tengo ganas y quiero disfrutar”, dijo.
El concierto promete ser una velada de emociones, música y afectos. Un cierre de año que, para la artista, simboliza un renacer. “Estoy muy agradecida. Quiero celebrar que estoy bien, y quiero hacerlo cantando.”






