La artista riojana transita un camino creativo diverso y en constante evolución. Aunque afirma no considerarse estrictamente una artista, su obra habla por sí sola: forma parte del homenaje por los 40 años del Instituto donde se formó, expone en el ciclo Fronteras Abiertas y desarrolla propuestas innovadoras que mezclan distintas disciplinas.
Carreño, madre de tres hijos y con una jornada laboral de ocho horas, encuentra en el arte un espacio de conexión personal. «Necesito esa conexión cuando vuelvo, de hacer lo que me hace bien», explicó.
En los últimos años, se ha volcado especialmente al mundo de las acuarelas, donde deja fluir el agua y los colores en composiciones abstractas y que se distinguen por su uso vibrante del color.
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Una de sus experiencias más significativas fue participar en el desafío de los «100 días de proyecto», donde durante cien jornadas consecutivas pintó y compartió sus acuarelas en redes sociales. Este ejercicio de constancia le permitió observar su propia evolución artística y generó repercusiones positivas que derivaron en nuevas oportunidades, como su participación en Fronteras Abiertas, cuya muestra actualmente puede visitarse en Chepes y luego continuará itinerando por distintos puntos de la provincia.
Además de la pintura, Carreño explora el bordado, el tejido, la confección de muñecas y hasta la combinación de técnicas, como sus acuarelas bordadas. «Me estimulan muchas cosas y quiero hacer tantas que no me alcanzan las horas del día», confiesa.
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En paralelo, suma a su propuesta una novedosa iniciativa que combina arte y tarot, dictando talleres donde los participantes pueden expresarse plásticamente a partir de las energías que surgen de las cartas. «Son talleres lúdicos y no hace falta experiencia previa», explicó. Estas actividades se desarrollan en la librería Rayuela, con cupos limitados.
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Durante la charla, también expresó su tristeza por la suspensión de la tradicional Feria del Libro de La Rioja, espacio que fue clave en sus inicios, cuando presentó su primer libro ilustrado de cuentos para niños sobre el cuidado ambiental. «Es un evento muy importante, habría que buscar formas de reformularlo para que no se pierda», señaló.
En lo que resta del año, Alicia Carreño continuará alternando proyectos, talleres y exposiciones, manteniendo su esencia inquieta y abierta a nuevas experiencias, siempre con el mismo motor: el disfrute del hacer.