Aldo Flores lleva décadas con su arte y asegura: “La música es para compartirla con los hijos, con los amigos, esa es mi forma de ver la vida, no hay muchos secretos.”
Si nos remontamos a sus inicios, Flores todavía recuerda el momento en que lo picó el bichito de la música: “Me parece que tuve varios contactos con la música, el recuerdo más fresco que tengo es en una serenata que le hicieron a mi viejo, al despertarme el otro día habían dejado una guitarra en la cama y fue lo primero que toqué y recuerdo ese momento -sin saber ni tocar por supuesto- haber acariciado las cuerdas y creo que eso fue como una semillita que entró”.
“Yo nací en Santa Cruz en Pico Truncado, mis viejos son de Chepes y nos volvimos a vivir allí; tuve clases de música en la escuela donde nos enseñaban de folklore pero recién en el secundario me encontré con amigos a quienes descubrí que les gustaba lo mismo que empecé a escuchar yo…Recuerdo haber encontrado un disco de Attaque 77 y a partir de ahí se me abrió un mundo» recuerda Aldo, quien también menciona muchas bandas estadounidenses e inglesas como primeras influencias, si bien afirma que jamás pensó en cantar en inglés pero que sí interpretó algunas canciones en conciertos homenaje a lo largo de su carrera: “En Chepes éramos un grupo reducido de rockeros que nos juntamos en casa de un amigo donde había instrumentos, teníamos nuestra batería y estábamos influenciados por los Guns and Roses y 2 minutos, toda esa época del punk rock, Green Day…toda la época que a mí me encanta de entre los 90 ya casi llegando a los 2000 que fue una época dorada para mí en la música y queríamos sonar parecido a ellos.”
No pasó mucho tiempo hasta que el entonces adolescente se animó a pasar de oyente a intérprete: “Mi primer grupo se llamó ‘Influencia Suicida’ -hoy no pondría ese nombre-, pero fue con ‘Actitud Enemiga’ (su siguiente proyecto) que me tocó venir a tocar en un festival que se hizo en el Estadio del Centro donde tocó Divididos y ahí empezó todo un camino de aprendizaje y del cual por suerte se pudieron lograr varias cosas como grabar un disco con Mariano Martinez (integrante de Attaque 77), tocar con muchas bandas, producir shows… Con ‘Actitud Enemiga’ tuvimos dos discos editados y saliendo de la pandemia surgió ‘Flores’, que es mi último proyecto y lo empecé con Alfredo Hidalgo de Chilecito, amigo y un gran músico; él me ayudó a sacar estas canciones que me habían quedado post ‘Actitud enemiga’ y sacamos un single, después busqué músicos y empecé a tocar estos tres últimos años tanto en La Rioja como yéndonos de gira por San Juan, Mendoza y Córdoba.”
De esos tiempos, que Aldo recuerda con gran alegría, concluye: “Viví el cambio del casete al CD. La verdad que el formato físico es hermoso y lo conservo con un buen recuerdo, pero la realidad es otra…hoy por hoy, en vez de un disco que tenga un concepto con 12 canciones como mínimo pasamos a sacar un single cada tantos meses. Es algo de lo cual no me quejo, porque entiendo también que lo físico es más difícil para los artistas. Hay que aceptar el cambio, quizás vuelva algún día como algo de nostalgia y como estamos viendo los vinilos ahora.”
Recientemente, llegó un nuevo hijo a su familia y balancear la vida familiar con la música no le supuso grandes complicaciones: “No tengo los mismos tiempos, pero tenés que integrarlo. Yo tengo la necesidad de hacer música, la llegada de mi hijo no fue un motivo para dejarla; al contrario, creo que me inspiró al momento de volver a componer canciones el ver la vida de otra forma. Más que separarlo traté de ir uniendo, traerlo a mi mundo, llevarlo a mis lugares, armar cosas en mi casa, que él me vea tocar. Él está muy inclinado a la batería, quiero que toque porque me gustaría tocar con él, es un sueño tener un trío musical con mis hijos.”
Dándole un vistazo a la lejanía de toda su carrera, hoy el cantante afirma; “Trato de tomármelo un poco más relajado todo; tener una banda tampoco puede ser algo que me ocupe el tiempo para estar mal; al contrario, hay que disfrutar de los momentos. A veces hay mejores momentos que otros en una banda, ya me ha pasado y lo fui madurando a través de los años y siempre es importante que los músicos estén comprometidos con el proyecto. Yo soy una persona que me encanta ensayar y muchas veces dejo cosas para hacerlo, soy muy enfocado, muy comprometido a la hora de hacer cosas y sentarme en el estudio. Siempre digo que cuando ensayamos más seguido surgen mejores ideas; el ambiente creativo es algo que fui descubriendo. Hay que disfrutar del día a día.”